dijous, 23 de maig del 2013

Reseña “La cripta de las estrellas” de Chus Sánchez.

La buena literatura, si tenemos la suerte de dar con un buen libro, nos proporciona a los lectores y lectoras interminables viajes y emociones que perdurarán en nuestra memoria y en nuestra alma para el resto de nuestros días. Pero, cómo he dicho: si tenemos la suerte de dar con un buen libro.

Por un lado hay las obras clásicas, esas obras atemporales y escritas de una forma singular, única. Pero éstas no son las únicas en el mundo literario, un mundo en el que las obras se cuentan por millones. Y entre millones y millones de libros, eventualmente te encuentras con algunos que marcan tu vida, que te dejan impregnada su esencia y graban en tu mente esa historia que tan intensamente has vivido, para en el futuro revivirla una y otra vez, con fascinación. Ésta es sin duda, la grandeza de una obra literaria.

Leyendo “La cripta de las estrellas” de Chus Sánchez no pensaba en encontrarme algo así. Al empezar su lectura me encontré con una historia corriente, enmarcada en un contexto histórico que podría resultar interesante y vestida de fantasía sobrenatural. Y aunque empezaba sin pretensiones, de una forma simple y sincera; me empezó a sorprender la forma en la que iba evolucionando, cómo iba creciendo.

Y es que “La cripta de las estrellas” es una novela viva, que crece y se desarrolla y está en constante evolución.

Al inicio; su estilo, su técnica y el lenguaje literario de la autora; me parecieron muy sobrios, muy elegantes y, formalmente hablando, rigurosos y templados como una partida de ajedrez, pero a la vez creativos y con una gran imaginación detrás de cada una de sus palabras.

Poco a poco iba creciendo la sensación de que la historia que se había estado gestando en los dos o tres primeros capítulos, ahora crecía y evolucionaba, se hacía adulta, maduraba; hasta llegar a un punto en el que los personajes ya son parte de ti y sus emociones son las tuyas. Que la historia ya la estás viviendo tú mismo y, conseguir su éxito, tu éxito, es tan importante que ya no puedes parar de devorar las 258 páginas de este libro de aventuras que se viste ligeramente de fantasía sobrenatural.

No obstante, es un libro que destila un intimismo casi bucólico, una historia que parece venir desde el mismo corazón de su autora; contada de una forma atenta, intensa y muy tierna. Y es intimista porque cuando la lees, en todo momento, tienes la sensación de escuchar el corazón de Chus Sánchez, y de mantener un diálogo con su alma que no es otra que las de los tres personajes principales.

Próspero Moreaux, un soldado del ejército francés que verá todo su destino y toda su vida zarandeada por culpa de lo más insignificante, de lo más casual. Así lo dice el inicio de la novela: “Una bala perdida cambió el destino del joven soldado Próspero Moreaux”.

Mehmet, un niño egipcio que se gana la vida regateando con los franceses recién llegados y que verá toda su realidad alterada cuando conozca a Próspero. 

Y Kalitza, una joven esclava perdida en el horror de la guerra y la esclavitud, llegada de un mundo en el que su vida era muy diferente.

Estos tres personajes vivirán una aventura que trascenderá las religiones, las ideologías, las etnias o las guerras a su alrededor.  

Técnicamente el libro es impecable. La lectura es ágil y con ritmo. A la vez, el ritmo general de la historia es suave y veloz: todo sucede con naturalidad. Quizá el inicio de la novela es algo más lento al presentar los personajes, entre ellos, el del gran general francés Napoleón. Éste es un personaje tan emblemático que es necesaria una buena introducción.

Como decía al inicio, los personajes no son en absoluto planos, sino que evolucionan como personas reales. Conoces su punto de vista, sus creencias o ideales; cómo cambian por sus propios motivos o por razones externas y, en definitiva, cómo se desarrollan y crecen para llegar a un objetivo.

Las emociones están tan bien plasmadas que sientes sus propios temores. Temes por ellos y te preocupas. 

He leído muchas obras en las que por la linealidad de la narración ya sabes de antemano que los héroes de la historia, los buenos, acabarán ganando sobre los malos y siempre vencerán contra toda adversidad. O, por el contrario, que conociendo la tónica de la narración, ya sabes por dónde “seguirán los tiros”.

“La cripta de las estrellas”, por el contrario, nunca sabes por dónde te llevará la gran imaginación de la autora. La historia que nos cuenta es natural, coherente en sus aspectos y tiene un aire tan realista que te transporta a la época en la que se desarrolla: años 1798/1800.

Pocas novelas, y lo digo con toda sinceridad, me han llegado a emocionar tanto y me han presentado unos personajes tan humanos que irremediablemente llegas a “congeniar” con ellos. Te preocupas por ellos, tienes miedo que les pase algo, sufres por ellos y les quieres.

“La cripta de las estrellas” es una novela de una notable calidad literaria, con una historia muy íntima, de grandes aventuras y con un toque fantástico sobrenatural que deleitará a cualquier lector, sea aficionado a ese género o no.

Primer capítulo de descarga/lectura gratuita: 
Web de la editorial donde se puede comprar la novela:
Blog personal de Chus Sánchez:





dimarts, 7 de maig del 2013

diumenge, 5 de maig del 2013

Romance - Anhelando tu sonrisa - Página 1 - Wattpad

Romance - Anhelando tu sonrisa - Página 1 - Wattpad


El preludio de un relato mayor que vale mucho la pena. Mitología celta, druidas, cómo devolver el antiguo esplendor a la Naturaleza y que los Dioses recuperen su poder...

Y mi comentario sobre él:

Dices que eres una novata, pero serás novata de Wattpad! Porque de escribir, ya llevas tiempo escribiendo por lo que se muestra en tu escritura. Tienes lenguaje literario,un halo de misterio que también viene gracias al empleo de mitología y diálogos profundos con buenas acotaciones. A esto último, a los diálogos, tengo que puntualizar algo insignificante: Anann y la Madre hablan de una manera casi majestuosa, entonando con mucho respeto. Pero en un momento dado la madre dice “vale”, palabra un tanto vulgar que suena fuera de sitio. Si siguiera con su tono respetuoso, no altivo pero con cierto toque de orgullo, diría: “De acuerdo”, por ejemplo.

Por otro lado, la adjetivación que usas me encanta. Es original, creativa, bastante densa y que da muchos matices y permite visualizar la escena y, poco a poco, se van caracterizando los personajes con estas descripciones activas y que se van llenando paulatinamente.

Me vuelve a dar la misma sensación de que está fuera de lugar la expresión “lo tomas o lo dejas”. Pero fuera de estas dos tonterías de muy poca importancia, el texto, está muy bien escrito. Es muy sobrio, con una puntuación de la que he visto dos cosas poco significativas que se podrían discutir.

La historia me parece como un preludio de una novela. Son prácticamente dos diálogos: el primero entre Anann y la Madre y el segundo con los demás Dioses. Cómo decía antes, los diálogos son una pasada, ya que les das un rico sentido de la adjetivación que les da vida.

Espero poder leer más de esto, pues me fascina toda la mitología celta, los druidas, las Divinidades Elementales, etc.

Felicidades!!

dilluns, 21 de novembre del 2011

Reseña de "El exilio de Amún Sar" de Juan González Mesa



"El exilio de Amún Sar" de Juan González Mesa.

Autor: Juan González Mesa
Título: El exilio de Amún Sar
Editorial: Autoeditado en Bubok
Género: Novela de fantasía histórica (Antiguo Egipto)
Páginas: 88

Valoración: 8´5 sobre 10
Página web: http://bizarro.bubok.com
Facebook: Juan González Mesa
Sinopsis: Rasún y Asuzami, soldados egipcios, son enviados a custodiar al perverso Amún Sar en su destierro, para que sus crueles artimañas nunca vuelvan a manchar a la familia de Faraón. Pero el influjo de su carisma y su hechicería cambiará sus vidas y sus almas para siempre..

A Juan González Mesa le conocí en Bubok, cuando participé esporádicamente en los certámenes literarios. En todos y cada uno de sus relatos aportados para concurso, y digo todos, absolutamente todos, no todos menos uno, sino todos, se veía su genialidad, su imaginación fantástica y abstracta, pero a la vez conceptual y muy rigurosa. Todos sus relatos eran notables, sobresalían entre los presentados, y siempre estaba entre los ganadores. Ya desde los primeros relatos me llamó la atención, y sin saber si el relato era el suyo (en la tanda de votaciones ninguno sabíamos las autorías de los relatos) siempre lo puntuaba con las más altas notas. Ya su estilo me encandilaba.  Poco a poco, a medida que lo leía, empecé a reconocerlo hasta que llegó un momento que casi adivinaba su autoría en casi todos los relatos presentados en las diferentes ediciones de los certámenes.

De ahí que me enfrascara en la lectura de su obra “El exilio de Amún Sar”, y ésta llenara por completo mi alma, el Tiempo, el espacio y toda imaginación durante el rato en que estuve navegando por sus letras, por todas sus palabras… pocas obras me han absorbido como lo ha sabido hacer “El exilio de Amún Sar”.

  • Ahí va mi valoración:

He intentado escrutar El Exilio de Amún Sar desde la más básica y simple oración, hasta la más compleja, con más sentido y más importancia; y en verdad ha sido un arduo trabajo.

El Exilio de Amún Sar no es una obra cualquiera. No es una obra plana. No es una obra carente de mensaje y de sentido. No es una obra vacía. En definitiva, es una obra llena a rebosar de mensajes, de mucha información, de una portentosa imaginación y de muchas ideas. Y por eso es tan difícil de desentrañar. Sus múltiples tonalidades y sus múltiples sabores hacen que al lector le parezca todo un universo de sentidos, que yo, muy humildemente, ahora intentaré valorar.

La introducción del relato es fascinante, hace que parezca que eres el oyente directo de una historia que te cuenta el mismo Rasún. Se asemeja sutilmente al modo de una crónica, pero a la vez es una narración de sus memorias. Y en ese aspecto es brillante, ya que rememora solo algunas frases de sus conversaciones, las más significativas -ya que la memoria no es perfecta y jamás uno logra acordarse de todo-.

El inicio del relato sabe mezclar suavemente el misterio con la inquietud. Y eso, según mi punto de vista, es algo muy difícil y de mérito conseguir. Es toda una ambientación, todo un conjunto de sensaciones transmitidas. Muchos libros pueden transmitir misterio, y luego, de súbito, meternos en el cuerpo una escena inquietante que se mezcla abruptamente. Pero de ese modo la lectura es muy artificial. Es como cocer una sopa metiendo los ingredientes uno a uno, sin orden ni concierto, cuando simplemente te apetece y crees que es el momento que puedes irrumpir con ese ingrediente.

Pero el autor del Exilio de Amún Sar no se conforma con eso, con una sopa a medio improvisar, su cocido es lo más jugoso y equilibrado en ingredientes. Puestos en fila y en orden, los ha estudiado y valorado, y luego ha ingeniado la manera de ponerlos en armonía todos juntos, para que cocieran la mejor historia. Y consigue, sin duda, un caldo de misterio que hace que el lector dude todo el rato de si lo que está pasando es realmente lo que está pasando, si lo que parece es tal cual.

Ya nos mete desde el inicio en un misterio abrumador con la llegada de Rasún y Asuzami a la nueva casa de Amún Sar. Nos hace dudar sobre la verdadera naturaleza de toda esta historia. Los guardias que habían de reemplazar, dónde están? En el sótano? Suena muy macabro y hasta Rasún y Asuzami dudan. Y eso le da también un tinte inquietante y oscuro. Qué coño hacen en el sótano? Por qué Rasún y Asuzami no pueden charlar con ellos? Es un detalle que pone en tensión al lector, dándole un vacío en el que pensar, o mejor dicho, un acertijo en el que pensar. Me gusta, por eso, como entreteje ese ambiente de misterio.

Me encanta también como habla de sus recuerdos, de la risa, por ejemplo. Dice que recuerda la risa, que tiene el recuerdo de que rió, pero no recuerda como reía, o el júbilo, o nada en concreto, solo recuerda la risa y… dice que podría ser por los años pero… pero… hay algo más que destila en cuentagotas, para atraparnos, para fascinarnos y querer saber más. Simplemente brillante.

“Me mandó un encargo y sonrió suavemente al verme aturdido. Repitió la pregunta en algún momento que yo no recuerdo, o tal vez fue mi mente quien la repitió. Después vino el encargo, o quizá fue antes, o durante, cosa que no puedo explicar. Oscurecí hasta ver sólo por dos puntos lejanos al fondo de mi visión, y todo lo demás era mi pensamiento, y mi pensamiento estaba desorientado.”

Y a parte del dilema de los guardias o de sus recuerdos, también sabe manejar con mucho acierto el papel de los demás personajes. Por un lado, Amún Sar, el misterioso. Temible, enigmático y a veces puedes pensar que mentiroso. Su papel en esta historia es escalofriante, desde el inicio cuando es grande y magnífico; y encuentra en Rasún un aprendiz, alguien con quien poder compartir esos conocimientos tan titánicos; hasta el final, cuando se va a menos y empieza una degeneración en él. “Cuidado con los escalones” le dice, mediante telepatía, o mediante otro arte más oscuro y extraño. Es un personaje que confunde, que da la impresión de que sea el hepicentro de toda la historia, pero que en realidad no lo es.

Por otro lado Kipa y Klápora. La primera, más romántica y tierna, más sentimental. Da un toque de sensibilidad a la historia, como algo dulce en una sopa, quizá canela o quizá curry; pero, en definitiva, un toque dulce y amoroso. Klápora, por otro lado, es apasionada, ardiente y sensual. A ella se le da un papel más importante en la historia y le da ese toque erótico y morboso; como la pimienta picante y ardiente de un modo, y de otro modo dulce y embriagadora.
Y para finalizar, Athep. Creo que es un personaje al cual le ha atribuido varias características que muy pocos autores serían capaces de manejar a la vez. Características contradictorias, pero que forman un conjunto y una personalidad. El autor consigue con este personaje un ingrediente nuevo y auténtico; y eso tiene mucho mérito. Athep puede ser el foco de burlas por su ridícula fealdad, pero a la vez es un hombre respetado por sus exquisitos modales y cultura. Son dos vertientes de sus cualidades que se van mezclando aleatoriamente, y que gracias a al acurado estilo de narración, llegas a sentir pena por él –especialmente cuando llega su último momento- y a sentir admiración también por él por cómo lleva su situación.

“- Es feo como un mono - me había comentado antes mi compañero acerca de Athep, y cuando lo vimos asomar por la puerta para llamarnos, estuvimos a punto de reírnos delante de su cara.”

Más globalmente y en general, estoy seguro de poder apreciar este relato como una obra notable, rozando el excelente y llegando hasta él en muchos momentos que son apoteósicos. Ya que mis cualidades como escritor no están a la altura del autor de la obra, seguramente no puedo valorar con justicia todos los aspectos de ésta, y quizá me suba por las ramas en según qué otros aspectos. Pero ya desde mi punto de vista, esto ya es un halago a la creatividad del autor, ya que si alguien con menos talento puede valorar tantas cosas de su obra, otro artista a más altura podrá encontrar y destripar muchos más contenidos admirables de ésta.

Desde mis capacidades, puedo hablar sobre el estilo de narración. Creo que no es un estilo brillante, pero tampoco ni mucho menos ordinario y normal. Es un estilo muy conciso, muy claro y con el maquillaje justo. Utiliza un registro estándar rozando, alguna vez, un lenguaje de un nivel más intelectual, con florituras literarias nada intrincadas, al contrario, directas e impactantes, muy acertadas en todo momento, con una creatividad original, auténtica, personal... Utiliza una técnica en especial, que uno la llega a notar y a agradecer, que es la repetición de según qué palabras que el autor quiere enfatizar y darnos una sensación más intensa de ellas.

“sus manos que se calmaban calmándome.”

“Descubrí que la asfixia, tratada con calma y sumo cuidado, era tan efectiva como el roce más profundo. Descubrí que pasar miedo alguna vez es muy productivo en posteriores encuentros. Descubrí que arrastrarse por la tierra ayuda a algunas personas a tocar el cielo. Descubrí un nuevo poder, sutil y vasto, que no radicaba en crear ni destruir, sino en manipular.”

No abusa ni le faltan descripciones o complementos, tampoco le faltan figuras retóricas, y la narración es muy fluida dado que la redacción es ágil, con oraciones cortas pero sin llegar a ser repetitivas. Le da cierta chispa el hecho de que estas oraciones cambien aleatoriamente el orden de sus elementos, de este modo no chocamos con estructuras iguales una detrás de otra, sino que la sensación que nos da a la hora de leer es de fluidez.

“La nariz se le doblaba radicalmente hacia un lado, ya no recuerdo cuál, y la boca semidestruida malcubría dientes deformes, proyectados hacia todas partes. Parecía dormido; el ruido ronco era su respiración trabajosa, impedida por la torpe construcción de su cara.”

Encuentro expresiones especialmente de agrado, y otras quizá de menos agrado, pero lo más importante en esta obra, y que se cierne por encima de los aspectos técnicos, es la imaginaria historia que en ella se relata.

Lo que considero más brillante de todo es como los personajes maduran, cambian a medida que la historia cambia, cómo evolucionan (otros a mejor, otros a peor) y en ningún caso son planos o con falta de personalidad. Rasún, un hombre que no es nadie y que llega a confines con los cuales nadie llega a soñar. Amún Sar el magnífico que cae en la más patética degradación. Asuzami el valiente y el recto, que ve menguada su vida y su trayectoria como soldado, pero que al final saca sus fuerzas reales y demuestra todo su honor. Klápora, la ardiente, salvaje y erótica Klápora, que poco a poco va dibujando una personalidad tierna y amorosa bajo esa capa de lujuria y de sexo desenfrenado. Klápora la seductora tan preciosa, y que tanta pena le daría a cualquier lector si su belleza se marchitase.

Podría seguir valorando y haciendo una reseña casi infinita de este relato infinito, pero para los ojos que aún no han leído el relato representaría la perversión de su virginidad y no puedo hacerlo. Sí que puedo decir que lo más grandioso de la historia es que son tres historias a la vez, y que eso es magnífico. La primera es la estancia con Amún Sar y los descubrimientos y el avance de Rasún, la segunda (y más apoteósica y brillante) dentro del Metálico; y la tercera, y creo que llena de mensajes y de ideas que quiere expresar el propio autor de su concepción del mundo actual, la parte en la cual Rasún llega al mundo moderno con una infinita congregación de conocimientos pero con la experiencia de un feto.
Por eso, este relato extenso, o novela corta, como se quiera catalogar, no es solo una historia de fantasía histórica, es también una historia de ciencia ficción, es una novela social, humana, en la que encontramos grandes moralejas, mensajes muy personales, y otros tantos de universales con los que varias personas en varios puntos dispersos del planeta estarían de acuerdo. Es también un drama y una novela de misterio e intriga. Esta es otra de las grandezas de la obra de Juan, como abraza tantos géneros en una misma historia, y con ella nos hace volar por el Antiguo Egipto, por la ciencia a penas vislumbrada en nuestra era moderna, pero que él nos insinúa con una sugerente enseñación; por la magia y la fantasía más abstracta y a la vez virtuosa, que sabe encuadrar todos los conceptos que propone, dentro de “El Metálico…

Ahora, hablando de escenas en particular: Me parece embriagadora y muy erótica, a la vez que tierna y exquisita la relación entre Rasún, Asuzami y Klápora. Pasa de lo morboso y el desenfreno sexual, los juegos eróticos y desvergonzados; a una relación más íntima y amorosa. Y del mismo modo intercala lo cuotidiano, la relación respetuosa de amistad con algo que con el paso del tiempo se convierte en una relación más cómplice entre los tres.

La escena cuando Klápora sumerge a Rasún y Asuzami en un trance embriagador, hablándoles de las estatuas, contándoles los relatos que le inspiraban… es realmente provocadora y da mucha vida y pasión al relato. Son esos momentos en los cuales un relato se alimenta de nuevo y su llama crece más viva. Me provoca especialmente cuando habla de la estatua de una chica con un rostro precioso, inclinando su torso hacia abajo como en pose de nadadora antes de saltar a la piscina. Con los brazos tendidos formando una cruz con su cuerpo, con la cabeza inclinada mirando atrás por encima de su hombro. Y lo que dice Klápora de que esa estatua es perfecta y te inspira tanto erotismo y tantas imágenes eróticas. Es una figura retórica implacable.
  • Expresiones que desde mi punto de vista me parecen originales y que brillan:
“Quizá la diferencia radicaba en que nosotros habíamos aprendido
a reír delante de la muerte. Pero era risa de hiena, y eso la muerte lo sabía.”

“Estaba increpando algo a Amún Sar, con un bufido que era
como la tos de un árbol, si los árboles tosiesen. Era un sonido insoportable.”

“Giraba lentamente, de modo que sus grabados parecían fluir sobre su superficie como los dibujos del desierto para las aves.”

“y aquella cosa gigantesca me llamaba con su frío mate, teñido ahora de rojo, con sus infinitos grabados compuestos de líneas entrelazadas y curvas sinuosas, como un mosaico de pistas de Nazca.”

“Casi podía ver el suelo a través de su carne. ¿Era carne aquello? Era algo más etéreo, sin duda. Algo casi energético, entrelazado y limitado por jirones transparentes de durísima carne fantasmal y venas de caudal rojizo.”

“El sueño también se divertía conmigo, porque me sacaba de la vigilia y me despertaba a ratos, y yo no sabía qué cosa pasaba y cuál no, y vi en sueños, según creo, sombras y formas en la casa.”

“dejamos nuestros cuerpos en las camas hasta mucho después del amanecer.”

“Esta vez me levanté con menor rapidez, desorientado y dolorido, tanto que tuve que cerrar los ojos para no desmayarme. La voz de Amún Sar, sin Amún Sar ni persona alguna, y aquellas largas escaleras que descendían y descendían, la piedra fresca y recién excavada, el impulso de la ira que me llevó a la carrera, la carrera loca por los peligrosos escalones de piedra y la voz de Amún Sar, sin Amún Sar ni persona alguna, y aquellas escaleras que ascendían y ascendían, la puerta sólida y dura que se abrió de golpe, una caída seca sobre un suelo cálido, una mesa larga, unas llamas; Athep, delante de mí, con una tea paralizada en la mano mientras encendía la última lámpara del comedor.”

Esta enumeración me encanta, es vertiginosa, amenazante, y transmite tantas sensaciones, sonidos e imágenes y en ningún momento llega a ser redundante:

“Anochecía cuando llegaron. Ambos. El carro salió del sol como
de una puerta que se cerrara; y se cerró rápida.”
  • NOTA: 8,5 sobre 10.
No le pongo un 9 ya que creo que ese nivel ya es para los más grandes de la literatura. Considero que él está muy muy cerca, y por eso mi nota es más baja porqué estoy seguro que con sus nuevas obras ha mejorado y mejorará mucho más hasta llegar a algún día, a ese límite que muchos ni rozaremos, a la grandeza de lo mejor, que destaca por méritos propios.

El autor:

Juan González Mesa, escritor, ganador de varios concursos de relato corto, guionista, director y storyboarder de cortometrajes, dibujante y diseñador, corrector de textos y guiones y futuro empresario editorial y cinematográfico (espero)